domingo, 28 de octubre de 2012

Mifune, el Dios del Judo


Kyuzo Mifune  (1883 - 1965) es uno de los judokas más importantes después de Jigorō Kanō, su fundador. Mifune ha sido conocido por reunir importantes cualidades para la práctica del Judo fusionando los fundamentos de la biomecánica del Judo, de la belleza, del sincronismo, de la elasticidad, de la potencia, y de la flexibilidad. Era muy elegante en sus desplazamientos y tenía gran conocimiento de las leyes mecánicas además de una gran capacidad física a pesar de medir tan solo 1.64 m y pesar 46 kg. Es gracias a él que hoy en día podemos aprender de su técnica en el Randori, gracias a un largometraje en el que el Mifune tenía ya más de 60 años.


Mifune nació 1883, un año después del que el Kodokan fuera fundado. Fue un niño revoltoso y brillante con siete hermanos. Mifune comenzó a practicar Judo desde muy pequeño en Sendai (al Norte de Japón) donde le internaron por su mal comportamiento. Así, a los 14 años venció a 9 oponentes en un torneo contra otra escuela. Tras su graduación marchó a Tokio para preparar su acceso a la Universidad, pero dedicó su tiempo exclusivamente a aprender el Judo; tanto que su padre dejó de ayudarlo y Mifune se vio obligado a buscar trabajo vendiendo anuncios y convirtiendo posteriormente a este en un negocio próspero y entró en la carrera de economía de la Universidad de Keiō.

Mifune se interesó por el Judo tanto que en menos de año y medio alcanzó el primer grado y poco después el segundo. Se hizo muy conocido por su gran calidad como Judoka, compitiendo anualmente en las más importantes competiciones y en 1912, cuando tenía solamente 29 años, consiguió en sexto grado y fue nominado instructor en Kodokan. Mifune tenía una técnica realmente extraordinaria, tanto que es conocido como “El Dios del Judo”. Los siguientes 20 años, se dedicó a enseñar Judo desde una perspectiva científica mediante la descomposición de fuerzas, en el Kuzushi (desequilibrio), los desplazamientos o Shintai, enseñando también los Katas y practicando el Randori con sus estudiantes. A la edad de 40, fue desafiado por un luchador de Sumo de más de 100 kg de peso y 1,80 m de altura. Mifune con su escasa altura y peso dio fin a su fama de luchador tras derribarle con una proyección. Mifune comía frugalmente, dormía en una cama occidental y no fumaba.


En el año 1937, cuando tenía 54 años, Jigoro Kano le otorgó una de las más altas distinciones, el noveno grado y, tras la muerte del creador del Judo, continuó siendo uno de los principales y más destacados instructores. En 1945, y a la edad de 62 años, se le otorgó el décimo grado. Gracias a Mifune el Judo ha tenido una gran expansión y ha conseguido ser un deporte olímpico.

Tenemos que decir que, a pesar de los años que han transcurrido desde la desaparición del sensei Mifune, aún no ha habido otro judoka de Kodokan con similar rango y técnica como él. En su técnica se ve como desequilibra con impresionante facilidad, aplicando tiempo, ángulo, distancia, rotación, traslación, dirección, y sentido; en wazas como Sumi otoshi, Tai otoshi, Hane goshi, Yoko wakare, O guruma, Ashi guruma, De ashi harai, Sasae tsurikomi ashi, Uchimata; y su manejo formidable del Kaeshi waza como nadie haya realizado. 

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